Es bueno mantener la mente ocupada y en actividad, de ese modo se transforma en una herramienta de superación que esta lista para producir respuestas asertivas y utilizar nuestro poder de concentración para nuestro desarrollo personal y social. Sin embargo la mente como toda herramienta necesita reposar y tomarse un tiempo libre para repararse. Personalmente me gusta tomar mini-vacaciones o unas horas al día para realizar actividades menos académicas, pero no por eso menos importantes. Llega el momento en que debemos alejarnos del trabajo o estudio, para luego retornar renovados y con un mayor nivel de productividad. Por lo que lo más aconsejable es dejar todo y dedicarnos a una actividad ajena a nuestras responsabilidades diarias, es decir tener un tiempo libre.
El término tiempo libre es una expresión moderna que se relaciona con la culminación del trabajo con el que nos ganamos la vida o el estudio con el que nos la ganaremos en el futuro. Por lo que tener un horario ocupado llega a identificarse con la vida actual y es así como las personas toman como una obligación tener un horario recargado. Nos hemos impuesto un programa de trabajo cada vez más apretado que muchas veces no tiene ningún significado para la persona que lo está realizando, pero que es necesario para lograr el éxito. Por lo que el aprovechamiento del tiempo libre, como tiempo liberador cobra un sentido trascendental, que maestros y padres de familia no podemos dejar de considerar como válido y gratificante. El tiempo libre debe dar paso a nuestra expresión personal, haciendo lo que nos gusta, aquello en lo que encontramos sentido. Lo que quiere decir que el tiempo libre debe estar cada vez más unido al tiempo personal y a ser feliz.
En Asesoria Educativa estamos conscientes de la importancia de gozar de tiempo libre como parte de la apertura al mundo, y como una búsqueda de nuevas emociones y sensaciones; un contacto con las relaciones sociales de distinta manera que la que nos impone el trabajo, los estudios o la vida cotidiana. Tanto los profesores como los alumnos tienen el derecho a tomar un tiempo fuera de sus recargadas agendas y hacer lo que creen que los pueda satisfacer, desde viajar, practicar deportes, caminar por la playa o simplemente leer un libro. Nuestros alumnos son incentivados a tener un tiempo de distracción y relajación para luego volver a la actividad académica con más ímpetus y cumplir las metas propuestas, hasta el próximo tiempo libre.
Asesoría Educativa - Especialistas de la Educación
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