Hemos estado particularmente
ocupados esta semana, probablemente porque el lunes gozamos de un merecido
descanso y nos dedicamos a ver series en TV. Lo cierto es que el martes la
realidad nos golpeó con el acumulado del trabajo, correcciones y notas en el
sistema que es de rigor en esta época del año. También la parte administrativa
de *Asesoría Educativa ha mantenido a mi socio y esposo en su oficina haciendo
las declaraciones de impuestos. Sin embargo, no nos hemos olvidado que el
viernes llega y tenemos una cita con las personas que nos ven y nos escuchan.
La semana pasada, mi **charla se
centró en la educación sincrónica y asincrónica y lo que esto significa para
todos los que están por terminar la educación regular o el Bachillerato
internacional. Hay muchas palabras nuevas en esta nueva forma de
enseñanza-aprendizaje, algunas son en otro idioma, no siempre inglés, pero
estas dos arriba mencionadas, aunque en castellano, no tenían el significado
claro para mí. También hablamos de las decisiones que se han venido tomando,
tanto en la organización del Bachillerato Internacional, como en las
universidades, tanto nacionales como extranjeras; respecto al segundo semestre
del año.
Sé que a muchas personas les
preocupa la parte económica del problema y no los culpo. Sé que hay muchos
componentes en esta ecuación y que tanto los padres, como las autoridades y los
alumnos, tienen sus propias preocupaciones al respecto. Pero como ya lo he
dicho antes, el problema no es político, ni social, ni económico; el problema
es de salud pública y global. No nos pasa solo a nosotros, les pasa a las
personas más disímiles en todas partes del mundo. A algunas con más intensidad
que a otras, es verdad, pero no vamos a solucionar nada, solo quejándonos. Hay
que ver qué podemos hacer, cómo podemos reinventarnos. Y esto precisamente pasa
por la capacidad de adaptarnos a los cambios, con voluntad y deseo de hacerlo,
es difícil, lo sé, pero qué más podríamos hacer.
Cuidarnos es primordial, lavarnos
las manos, guardar distancia social, usar mascarilla y no bajar la guardia.
Ayudar a quien se pueda en la medida de nuestras posibilidades. Ayudar también
siendo compasivos con los que no entienden. Escuchar al que desea hablar con
nosotros y sobre todo mantener el espíritu en alto, pensando que tendrá que
pasar y tendremos mucho que contar sobre el tema. Personalmente, estas charlas
que sostengo con ustedes y escribir esta reseña es una forma de sanación,
porque me saca de la rutina. Tengo mucho trabajo, gracias a Dios, pero hacer
algo diferente es una oportunidad para sentirme bien y útil en otro campo. En
mi casa, donde todos trabajamos remotamente, el hablar de las charlas y de toda
la producción es también refrescante.
En fin, mi próxima charla es muy
querida para mí. Hablaré sobre los maestros, los de ahora, los de siempre, los
que aman a sus alumnos y se alegran cuando ven el aprendizaje y el conocimiento
en sus actitudes. Nosotros, nos dedicamos a la educación y aunque no habrá
grandes celebraciones por el Día del Maestro, quiero que mi charla sirva de
homenaje a esta profesión tan querida y de la que estoy muy orgullosa. Después
de todo, como dicen los japoneses, hasta los emperadores necesitan maestros.
Nos vemos el viernes de 5 a 6. Que estén bien.
Violeta Fonseca
Directora Académica en Asesoría Educativa - Especialistas de la Educación
*Asesoría Educativa: es una empresa que brinda servicios de acompañamiento pedagógico y asesoría académica facilitando los medios a través de nuestros asesores educativos para que los alumnos puedan alcanzar sus objetivos.
** Conversatorio emitido en Facebook Live todos los viernes de 5 a 6pm, en donde se abordan temas de interés educativo.
Si desea informarse sobre el tema al que se hace referencia en esta reseña los invitamos a ver el video completo de la transmisión emitida el viernes 26 de junio, en el siguiente enlace: VIII Conversatorio AE
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