La definición
que nos da la RAE sobre “plagio” dice a la letra: Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.[1] Espero haberla citado
bien.
Hace algunos años ya, una alumna del
colegio donde yo trabajaba, en su desesperación por cumplir con los requisitos
del programa que seguía, copió no sé qué tanto de un ensayo que su hermana le
dio para leer. Eran épocas anteriores al “Turnitin”[2] y los examinadores tenían
que hacer uso de su conocimiento y memoria para detectar cualquier plagio. Lo
cierto que la inopinada indiscreción de mi estimada alumna, tiró por la borda
sus dos años de esfuerzos para alcanzar su primera certificación académica.
Solo espero que este hecho le haya servido de experiencia educativa y que hoy
se cuide mucho de dar el crédito que corresponde a lo que cita.
Yo por mi parte, empiezo cualquier
trabajo de acompañamiento pedagógico o académico con un breve resumen de este
evento, con la finalidad de evitar cualquier deseo de acortar el tiempo de
investigación y redacción con un poquito de “copiar y pegar” sin acreditar.
Además en Asesoría Educativa, uno de nuestros lemas es “Te acompañamos para
hacer el trabajo, pero no lo hacemos por ti.” Parte de este proceso es
enseñarle a nuestros alumnos cómo usar citas textuales, parafraseo y otras
técnicas sin incurrir en el plagio. Sé que es un proceso lento, y si no te
gusta la investigación, resulta tedioso, pero como siempre digo “se tiene que
hacer.”
La maravillosa tecnología ha acortado
los tiempos y también ha acortado los procesos, los de mi generación recordaran
la cajita de zapatos llena de citas textuales, de referencia, resúmenes y
otras; todas antecedidas por su ficha bibliográfica. Hoy solo se tiene que
consultar buenas bibliotecas alrededor del mundo, por internet y se accede a lo
que Michael Porter llamaba “La sociedad del conocimiento”.[3] Entonces ¿qué excusa podrá
poner una prestigiosa universidad de la Madre Patria, por no haberse dado
cuenta que uno de sus candidatos doctorales estaba plagiando sin ninguna
restricción otras tesis para completar la suya? Y ¿qué excusa tiene nuestro
candidato en cuestión para haber cometido semejante atropello contra lo
académico?
No tengo ninguna respuesta a esto y
he ocupado una buena parte de mi día de ayer en pensar en cómo alguien que
quiere ser doctor, se atreve a tanto. Pero antes de dejar de pensar en este
prospecto por el que no votaré, quiero manifestar mi hondo repudio a los que lo
defienden diciendo que esto es una “guerra sucia” en contra de sus
aspiraciones.
No señores, esto es un delito contra la cultura por el cual, el plagiario ha quedado inhabilitado moralmente, al menos ante los pensante. Me pregunto, si se atrevió a plagiar una tesis doctoral, que otras alteraciones peligrosas podría hacer, con nuestros tratados, nuestras leyes, que se yo… Antes cuando él manifestaba que era una raza diferente, yo me preguntaba ¿Cómo? Si los humanos somos todos una sola raza. Ahora me alegro porque si es una raza diferente, su ADN y el mío no tienen coincidencia.
No señores, esto es un delito contra la cultura por el cual, el plagiario ha quedado inhabilitado moralmente, al menos ante los pensante. Me pregunto, si se atrevió a plagiar una tesis doctoral, que otras alteraciones peligrosas podría hacer, con nuestros tratados, nuestras leyes, que se yo… Antes cuando él manifestaba que era una raza diferente, yo me preguntaba ¿Cómo? Si los humanos somos todos una sola raza. Ahora me alegro porque si es una raza diferente, su ADN y el mío no tienen coincidencia.
Por mi parte, seguiré instruyendo a
nuestros asesores educativos para que incentiven la investigación académica,
para que traten de inculcar en nuestros asesorados y a cualquier otro
estudiante que lo requiera, el respeto a la propiedad intelectual. Sé que mucho
de lo que está escrito ya se dijo antes y que parafraseando a Martha Hildebrandt[4] “todo es un refrito”, pero
no por ello vamos a parecer más inteligentes o aptos para grado de doctor con
los pensamientos de otros. El plagio es un delito en muchas legislaciones y
debería serlo en la nuestra, aunque nos quedemos sin doctores de las últimas
generaciones. Y a mis alumnos presentes, pasados y futuros les aconsejo que se
hagan amigos de la investigación y que citen todo lo que no es de dominio
público.
[1] Diccionario de la
Real Academia - Española Edición Tricentenario, http://dle.rae.es/ [página web]2016, consulta
realizada 28 de enero 2016
[2] Internet-based plagiarism-prevention service
[página web]2016, consulta realizada 28 de enero 2016
[3] Harvard Business Review (en inglés) «The Five Competitive Forces That Shape
Strategy. » (enero de 2008) [página
web]2016, consulta realizada 28 de enero 2016
[4] Martha Hildebrandt, http://www.librosperuanos.com/autores/autor/1269/Hildebrandt-Martha [página web] s/f consulta realizada 28 de
enero 2016
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