Ser auténtica ha sido
siempre mi lema, no siempre comprendida, pero muchas veces consultada. No me
creo única ni indispensable, pero si con el conocimiento y la sensatez que me
da la experiencia. Siento que soy una criatura del universo, un alma libre con
derecho a expresarse y con el deber de ejercer un efecto multiplicador en las
personas que requieren de mí, por un consejo, por una opinión, o por una
sugerencia.
No me creo dueña de la verdad, porque creo que la verdad no tiene
dueño, la verdad fluye por lo tanto no se puede encajonar. Me siento feliz de ser yo misma y no me cambiaría por nadie. He
sido bendecida con un don, más importante que muchos otros, no deseo lo que los
otros tienen, no siento envidia ni rencor.
Pienso que las
cosas pasan por algo y solo tengo que esperar para que la explicación del “para
qué” llegue a mí. Pero hay días como hoy en que debo hacer acopio de todo mi
entendimiento para poder comprender a algunas personas que no piensan como yo y
que pueden creer que siempre hay alguna afrenta imperdonable.
Nunca le he
causado mal a alguien intencionalmente y siempre pienso que se debe ser buen
compañero y estar atento a las necesidades de los demás. Hoy necesito toda mi resiliencia para poder seguir adelante
con todos los planes y proyectos que tengo. En realidad nada he perdido, yo sé
que todo suma y que hoy soy más sabia que ayer, que hace dos años o que hoy por
la mañana.
Sé también de
los nuevos retos que están en el futuro de Asesoría Educativa, sé que tengo la oportunidad de dictar la línea educativa que
convenga a mi empresa y que siempre estaré dispuesta a convertirla en el mejor lugar en que un profesor desee
trabajar. Porque ser una alternativa personalizada también se relaciona con
nuestros asesores educativos y mientras ellos sepan que estamos para entenderlo
en sus necesidades y respetar sus opiniones, harán lo mismo con nuestros alumnos.
El acompañamiento pedagógico que Asesoría Educativa propone, viene de la idea que la educación es un arte y que por lo tanto se debe realizar en un
ambiente de verdadera tranquilidad espiritual. Así que para ser consecuente
con mis ideas, estoy de regreso en lo que hago mejor, la creación intelectual.
Violeta Fonseca
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