Creo firmemente que todo en la vida es una
experiencia educativa que nos prepara para afrontar algún reto que a veces ni
siquiera podemos vislumbrar cuando aprendemos algo. Todos en algún momento
hemos fungido de maestros y por supuesto que en la mayor parte de la vida de
alumnos, pero sin ánimo de ponerme metafísica creo que si hay alguien a quien
agradecer ese es el que nos enseñó lo que nunca nos hemos olvidado. La persona
que tuvo paciencia o a veces tenacidad para insistir y repetir la enseñanza
hasta que se convirtiera en aprendizaje. Desde nuestros padres que fueron nuestros
primeros maestros, hasta los que participan en nuestras vidas y nos enseñan
cada día lo que es compartir y vivir en comunidad.
No recuerdo haber querido ser otra cosa que
maestra y astronauta y lo segundo porque me parecía fascinante todo lo que se abría
ante mis ojos y que hubiera podido aprender. Pero escogí la educación y no pasa
un día sin que me alegre de mi elección. Ni en el espacio hubiera podido
aprender todo lo que he aprendido de mis alumnos, de mis compañeros y de mi
propia familia y me siento afortunada de haber escogido esta profesión a la que
no considero modesta y que me ha permitido vivir con dignidad sabiendo que las
enseñanzas que he compartido han tenido un valor y una repercusión y me ha mantenido
siempre al día con los cambios de los tiempos.
Hoy recuerdo a mis maestros con cariño, a mis
compañeros con respeto y a mis alumnos con amor, si todos podemos enseñar algo,
comprometámonos en enseñar algo que no se olvide, que sea permanente y para
sonar contemporáneo, sustentable. Desde Asesoria Educativa y como responsable
de la línea axiomática de esta institución, deseo que todos los maestros y en
especial los Asesores Educativos, Especialistas de la Educación, que trabajan
con nosotros, sientan mañana el orgullo de la labor cumplida y de la trascendencia
de nuestro trabajo.
¡ Feliz Día del Maestro !
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