lunes, 3 de marzo de 2014

No hay plazo que no se cumpla

Ni deuda que no se pague, dice un refrán  popular y como soy tan dada a repetir dichos de otros, no encontré mejor manera para decir que llegó el principio del año escolar. Para el colegio donde trabajo el día “D” fue hoy. Y para los alumnos del último año del Diploma del Bachillerato Internacional será su último “empezar un nuevo año escolar”. Yo estoy muy contenta de volverlos a ver y espero que me entreguen los avances que debieron haber terminado en vacaciones y si no es así, será mejor que empiecen a preocuparse porque está llegando el momento en que los plazos deben cumplirse y la deuda de terminar los trabajos, pagarse. Además de reformularse el concepto de cumplimiento oportuno. La frase en inglés de cumplimiento de plazo me ha resultado siempre muy explicativa “deadline” es decir que después de esa fecha no debe haber ninguna más. Así que mis queridos alumnos prepárense para cumplir con sus plazo.

El aprender a respetar los plazos y respetar los tiempos es uno de los principales problemas de nuestra educación. Algunos profesores extranjeros con los que me relaciono siempre dicen que en el Perú la palabra más usada es “mañana”, significando que no se ha terminado tal o cual cosa. Déjenme decirles que encuentro ofensivo que se nos califiquen como procastinadores, porque dejamos todo para mañana, ese no es ningún honor y no nos debe definir como nación. Los peruanos tenemos muchas otras características que deberían definir nuestro carácter y de ninguna manera por tardones y desobligados. En Asesoría Educativa uno de los principales objetivos es enseñarles a nuestros alumnos el manejo correcto del tiempo. Y nuestros asesores educativos conocen de técnicas apropiadas para revertir la tendencia de dejar las tareas para mañana.


Asesoría Educativa como institución responsable,  toma muy en serio el correcto manejo del tiempo y de los plazos y procuramos incentivar en nuestros profesores y alumnos en la cultura de la puntualidad, como parte de la eficiencia que nos debe permitir un desarrollo efectivo como personas y como país. Nunca es tarde para empezar a cambiar el hábito pernicioso de dejar todo para el último momento, es decir para mañana. Así que sean ustedes bienvenidos a nuestros programas de manejo efectivo del tiempo, que a la vez les permitirán utilizar los recursos más eficientemente. Y para mis alumnos, estoy esperando sus trabajos en el día fijado y no el día siguiente.

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