Si nos ponemos a recordar nuestra época
escolar, siempre sale a relucir un profesor con características especiales que
nos hizo pensar en que el colegio no era tan aburrido y si el curso era
difícil, al menos pensar que había maneras de llegar al entendimiento si nos aplicábamos.
Estos profesores, en mi humilde entender, tienen un don especial y los alumnos
que han encontrado el suyo lo saben. También es verdad que no siempre son
inspiradores para todos y que en algunas ocasiones, se encuentran con alumnos para
los que él o ella resulta la persona menos comprensible del mundo y hasta a
veces antipática. Tengo que decir que no todos podemos caerle bien a todo el
mundo y además, que a pesar del esfuerzo
consciente de atender a las necesidades de todos nuestros alumnos, siempre hay
alguno que otro al que nos es muy difícil acceder.
Pero la vida no solo está hecha de personas
simpáticas y asequibles, sino de las otras también, aquellas que por diferentes
razones tienen sus propios códigos de simpatía y sus propios parámetros de
aceptación. En la mayoría de los casos, estas personas no están preocupadas por
caerle bien a todo el mundo. Si esto sucede en la vida cotidiana, tenemos que
aceptarlas como son o dejar de frecuentarlas. ¿Pero qué sucede cuando éstas son
nuestros jefes o nuestros clientes? Entonces lo maduro es aceptar las
circunstancias como vienen y tratar de sacar el mejor provecho de la situación.
¿Por qué entonces no hacemos lo mismo con los profesores? Es posible que debajo
de esa imagen adusta esté una persona de amplios conocimientos y que con un
poco más de voluntad de nuestra parte, pueda compartir con nosotros vivencias
que de otro modo nos perderemos. Desde
mi punto de vista académico, debemos darle más oportunidad a los profesores
para que muestren su potencial humano y esto toma un poco de tiempo y
paciencia, que además nos estará preparando para las incontables veces que en
la vida adulta tendremos que tenerla.
En Asesoría Educativa, nuestro principal
objetivo es darle una alternativa de enseñanza personalizada a nuestros alumnos
y este factor podría repercutir en la relación uno a uno en la que se
encuentran tanto profesor como alumno durante el proceso. Sin embargo nuestros
colaboradores, son profesionales capacitados para detectar el problema, si se
presenta, y utilizar las estrategias apropiadas para llegar a nuestros
estudiantes. En la mayoría de los casos tenemos existo en nuestro acercamiento
personal, pero si las circunstancias se presentan adversas, lo mejor es tener
tiempo para conocerse. Sin embargo como el fin supremo de este servicio es la
transmisión de conocimientos y técnicas apropiadas para mejorar en el
rendimiento académico, lo aconsejable seria que tanto alumno como profesor se
focalizaran en la meta de la sesión dando su mejor esfuerzo para aprovechar el
tiempo de la clase. Dada la preparación académicas de nuestros Asesores Educativos,
estoy segura que cualquier clase será productiva y de altos estándares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario