viernes, 15 de marzo de 2013

Ver los cambios, es un privilegio.

En los últimos tiempos los cambios han sido tan rápidos y frecuentes que parecen irreales, si consideramos que en los siglos que nos han precedido todo parecía tomar por lo menos una generación para que se produjera un cambio significativo. Precisamente por la lentitud de los cambios es que percatarse de ellos era tan difícil. No sé si esta lentitud les daba a las personas una sensación de seguridad que ahora parece no existir. Todos vivimos en una constante expectativa y como en tiempos pasados pensamos en respuestas metafísicas o sobrenaturales a todo. Lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol y que todo lo que sucede es el transcurso natural de los acontecimientos, solo que ahora las comunicaciones han acortado los tiempos y las distancias y nos enteramos de todo más rápido que antes.

Como profesora de Historia y Geografía, veo los hechos desde un punto de vista de observador y trato de evaluar los acontecimientos sin comprometerme en juicios de valor. Las circunstancias se presentan como siempre se han presentado y aunque siempre repito la premisa de que hay que estudiar historia para evitar repeticiones, veo que, o no estudiamos suficiente o nos gusta mucho repetir los procesos simplemente por la experiencia de volverlos a realizar. Lo lamentable es cuando estas repeticiones causan sufrimiento o muerte. Por ejemplo cual es la razón de privilegiar la paz si en dos mil años no hemos tenido ni siquiera cien años seguidos sin guerra. Tampoco hemos aprendido a estar en mejores términos con la naturaleza, es decir somos depredadores innatos, como cualquier otro ser viviente, solo que nos negamos a aceptarlo. Es por eso que siempre estamos esperando un líder mesiánico que nos pueda guiar hacia lo que creemos que sería nuestra salvación.

Creo firmemente, que lo único que nos hará mejorar, no cambiar, es la educación, nos hará mejores, al menos más refinados y tal vez más compasivos, primero con nosotros mismos y luego con los demás. Nos permitirá aquilatar lo que tenemos y no lo que nos falta y nos permitirá esforzarnos por ser felices. En Asesoria Educativa privilegiamos el aprendizaje crítico y la libertad de pensamiento, tratamos de inculcar en nuestros alumnos una perspectiva temporal y espacial que los convierta en líderes de su propio destino, pero a la vez, que les de la capacidad de ser compasivos y solidarios con los demás. Solo así podremos aspirar a ser los seres que deseamos ser y tal vez entendamos que no necesitamos a otra persona para que nos dirija porque nosotros dirigiremos nuestras propias vidas.


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